Stuff no one told me

A veces, si tenés suerte y tiempo, te encontrás con aquello que estabas buscando, y es ahí cuando la magia sucede y todo lo demás carece de sentido.

Cada día se me hace más y más difícil encontrar un poco más de magia en este mundo digital, donde la obsesión al orden del día es compartir todo aquello que ves, para que todos lo miren, todos comenten, y nadie diga realmente nada. Y todo te gusta, y yo me pregunto, ¿qué tanto te gusta lo que te gusta? Y lo extraño es que esa validación social vale dinero, del real, de ese que no aparece en tu cuenta de banco pero que todas las empresas registran cada vez que compartís, o le das me gusta a alguna de ellas...

Estas preguntas son las que me dicen que no soy una nativa digital, aunque aparento serlo.

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