el día inmediatamente anterior al de hoy

La subjetividad de lo contemporáneo me arrastra hacia la rutina taciturna de los días que bailan frente al reloj miniatura, alojado metódicamente a la derecha inferior de un monitor. Siempre apago la luz del baño cuando voy a salir. Internet ya me aburre y revolver páginas lejanas no parece tan excitante, sentimiento bastante común ultimamente.
La tecnología mató al silencio, lei ayer en twitter y puede ser verdad, otro axioma nuevo de los tantos que crecen día a día. Pero el silencio es algo natural, pensé yo.
La rutina es aburrida por definición, la mía no llega a los niveles exagerados de un personaje de una película alemana pero esta bastante cerca. Buscar aquello que me anima es lo que me mueve todos los días, aunque este paradigma no me lo permita.